Disfrutar de emocionantes recorridos por el Perú y además que tu visita contribuya a mejorar las condiciones de vida de las comunidades locales ya es posible. Pueblos y comunidades que siguen viviendo como sus antepasados empiezan a beneficiarse de la llegada de los visitantes y tú, puedes ser uno de esos afortunados de visitar lugares aún auténticos y poco masificados.
A continuación, te presentamos 8 lugares donde es posible practicar turismo responsable:
A continuación, te presentamos 8 lugares donde es posible practicar turismo responsable:
1. Visitar la casa de Armando, campesino y emprendedor que junto a su madre Mashi reciben en su casa a viajeros y viajeras de todo el mundo que sueñan con pasar unos días de desconexión total en pleno corazón de la Cordillera Blanca, en Huaraz. En esta zona, paraíso de montañeros y amantes de la naturaleza, vive Armando, quechuahablante y anfitrión que te acompañará en hacer amables caminatas alrededor de los nevados Huandoy y Huascarán, en el Parque Nacional Huascarán, y la Laguna 69. Ya es costumbre la realización de una "Pachamanca"como despedida.
2. Una visita a los pueblos de Cocachimba o San Pablo, en Amazonas. Desde cualquiera de estos dos pueblos puedes iniciar la famosa caminata a Gocta, una impresionante catarata considerada como una de las más altas de Perú, y del mundo. Y es que llegar a Chachapoyas, capital de Amazonas, es un una visita obligada si lo tuyo es descubrir los rincones menos conocidos de los países. A los alrededores de esta bella ciudad podrás recorrer famosos enclaves arqueológicos entre los que destaca Kuélap, una fortaleza edificada sobre los 3,000 msnm. Existen otros lugares no menos importantes como Revash, Karajía o Leymebamba.
3. Visitar a la Señora Juana Suclupe. Ella es una mujer noble y emprendedora que reside en un pequeño pueblito cerca a la ciudad de Mórrope, en la costa norte de Perú. Junto a otras señoras de su localidad han conformado una asociación de artesanas que con perseverancia y esfuerzo elaboran bellos bolsos, tejidos, carteras, billeteras utilizando como materia prima el algodón nativo y tintes naturales. Además de trabajar en la asociación, cuida de sus 5 hijos, atiende en su tienda, cuida de su casa, y recoge la cosecha de su huerta. Todo un ejemplo de lucha y trabajo. Llegar a Mórrope significa convivir con gente amable y alegre, dignos herederos de una de las civilizaciones más desarrolladas de la época Pre-Inca, Los Moches o Mochicas.
4. Reconectar con el Valle Sagrado. Atravesar el Valle Sagrado de los Incas es el paso obligado para quienes visitan MachuPicchu. En el Valle Sagrado conviven diversas comunidades nativas que desarrollan diversos proyectos que les generan mejores condiciones de vida. Estos proyectos van acompañados de programas de turismo rural que te permitirán conocer de cerca sus costumbres, participar en ofrendas a la "Pachamama" y bailar las danzas típicas de cada rincón de este valle. Atrévete a visitar de manera alternativa el Valle Sagrado y vuelve a conectar contigo mismo.
5. Intercambio cultural con los pobladores de Llachón. Llachón es una comunidad ubicada en Puno. En este lugar podrás pasear por los tranquilos caminos del pueblo, alojarte en las casas de los lugareños, aprender a tejer con las mujeres de la comunidad y hasta participar en las faenas agrícolas, todo en un entorno natural y bien conservado a orillas del Lago Titicaca. En esta comunidad fomentan el proyecto "TitiKayak" con el que te ofrecen la imperdible experiencia de navegar por el Lago Navegable más alto del mundo, en un recorrido que incluye visita a las islas de Amantaní y Taquile.
6. La pesca artesanal en Caballitos de Totora. Entre las ciudades de Trujillo y Chiclayo, descendientes de la Cultura Mochica, una cilivización Pre-Inca asentada en la costa norte de Perú viven estos hombres. Corpulentos, fuertes y sabios del mar, navegan a diario como lo hacían sus antepasados miles de años atrás en embarcaciones hechas con totora en busca de pescado, insumo principal del "Ceviche", plato emblemático de la gastronomía peruana. Sé un espectador privilegiado de esta práctica ancestral, a la vez que disfrutas del mar, el sol, el surf y la buena comida.
7. Dormir encima de unos árboles que nadan. La forma de tener esta experiencia es surcando en bote un bosque inundado llamado Tingana. Se trata de una reserva ecológica donde conviven monos de varias especies con coloridas y curiosas aves. Podrás dormir en chozas en las copas de los árboles, disfrutar de la gastronomía local y degustar uno de los chocolates más ricos del mundo en base al cacao que se produce en la zona. Para llegar a este escondido lugar, deberás aterrizar en la ciudad de Tarapoto en avión o en bus y luego coger un transporte público a Moyobamba donde te indicarán como llegar a Tingana. ¡Vive la magia!
8. Valle del Colca. Miles de viajeros y viajeras llegan a Perú cada año a descubrir uno de los cañones más espectaculares del mundo, el Cañon del Colca. Pero también es cierto que para muchas de estas personas el poder departir con las personas de cada lugar que visitan, es la mejor manera de conocer el Perú. Hoy en día, comunidades y familias de los pueblos de Coporaque, Chivay, Yanque entre otras, ya no sólo se dedican a la agricultura sino también al turismo ofreciendo al visitante experiencias vivenciales, donde conocer las costumbres e involucrarse directamente con las personas, son los ingredientes principales.
Esperamos que te hayamos inspirado para tu próximo viaje a Perú. Anímate a descubrir nuestro país, un país lleno de historias, historias que quedarán guardadas en tu corazón el resto de tu vida.
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